jueves, 5 de marzo de 2015

Tácticas de Combate en Zona Urbana nº6

ASEGURAR LAS CALLES

El conocimiento de las técnicas de limpieza y desalojo de edificios y de calles en particular, y del combate en áreas urbanas en general, es trascendental para el soldado moderno. Si estallase una guerra abierta en Europa entre los dos grandes bloques militares —una posibilidad que esperemos sea cada vez más remota—, gran parte de los combates terrestres tendrían lugar en la República Federal de Alemania, que es una de las zonas más inmensamente urbanizadas de todo el continente.

En esta entrega de las Tácticas de combate en zona urbana nos ocuparemos de las formas de arrebatar al enemigo el control de una calle, procedimientos que figuran en los manuales de combate urbano de la mayoría de los ejércitos.

Hasta ahora hemos hablado del combate en áreas urbanizadas en general y de la limpieza de edificios en particular. Las técnicas para el desalojo de un edificio sirven de base para operaciones mayores y más complejas dentro de una ciudad, a saber, el control de toda una calle y de la totalidad del casco urbano. La limpieza de un grupo de edificios es, obviamente, una combinación de operaciones menores de desalojo de viviendas.



Limpiar una calle


Asumiendo que el objetivo es una calle normal de las ciudades europeas, relativamente ancha, el atacante deberá emplear por lo menos dos secciones, una a cada lado de la calzada. El avance de éstas será controlado por el oficial al mando de la compañía, quien seguramente mantendrá su tercera sección como reserva para hacer frente a cualquier imprevisto.

Es muy aconsejable que las dos secciones avancen "por saltos", es decir, que una de ellas se mueva algo por delante de la otra, de manera que pueda hacer fuego a través de la calle contra cualquier enemigo al que se disponga a desalojar la tercera sección de la compañía.

Dentro de cada sección, también sus pelotones se proporcionarán respaldo mutuo. Una vez capturado un edificio, un pelotón lo convertirá en una base firme. A partir de ésta, el siguiente pelotón montará su ataque contra la casa adyacente. De ser posible, el teniente de la sección mantendrá sus pelotones a la distancia conveniente para transmitirles órdenes oralmente o por signos.

Edificios dominantes

Tornar sucesivamente los edificios a medida que una sección avanza por una calle puede llegar a ser un caos. Tal proceder va menguando potencial humano a la unidad, lo que se acentúa cuando el enemigo amenaza con recuperar alguna de las casas ya aseguradas. La solución estriba en identificar y asegurar los edificios dominantes de la calle, aquellos desde los que se pueda cubrir con el fuego las casas circundantes y aislarlas. Esta tarea puede dejarse en manos de francotiradores individuales, lo que apenas merma efectivos a la unidad.

Obviamente, será más difícil controlar edificios por la noche, pero los aparatos de visión nocturna y los intensificadores de imagen serán de nuevo uno de nuestros principales aliados. Sin embargo, es ilusorio esperar que un francotirador se pase toda una noche observando por un intensificador, al tiempo que vigilar una casa con varios hombres durante 24 horas es, de nuevo, un desperdicio de medios.

Limpiar una población


Cuando se trata de poblaciones enteras, el problema es incluso más complejo. Si bien puede asegurarse una aldea de cuatro o cinco edificios, e incluso un grupo de casas de campo, con una sección, la limpieza de toda una población requerirá el concurso de una compañía completa y, más probablemente, de un batallón. Las ciudades mayores supondrán el empleo de brigadas e incluso de divisiones.

El potencial de un área urbana para impedir, ralentizar, complicar y frustrar nuestro avance es enorme. Usando la jerga militar moderna, una zona urbana es un "multiplicador de fuerza" para el defensor. En otras palabras, unos cuantos hombres decididos y equipados de forma conveniente pueden inmovilizar a una fuerza mayor durante largo tiempo.

Cuando se trate de limpiar un pueblo pequeño y definido, se empleará el siguiente procedimiento:

1- Se formará un grupo de bloqueo, que deberá situarse en una posición desde la que pueda cortar cualquier intento de retirada enemigo. Esta posición debe alcanzarse evitando ser detectado, lo que resulta bastante difícil en una ciudad grande.

2- Se necesitará un segundo grupo, que proporcionará fuego de cobertura en toda la calle mayor de la ciudad. Es importante que este grupo ejerza una observación estricta de cada edificio. Si puede eliminar a algunos soldados enemigos antes de que pase a la acción el elemento de asalto, habrá facilitado en cierta manera la labor de éste.

3- Finalmente, el grupo de asalto será el que limpie la ciudad, lo que puede significar el combate casa por casa. Este elemento deberá seguir los principios básicos de la toma de edificios. Sin embargo, aunque sea capaz de asegurar cada casa, también debe tomar toda la ciudad lo antes posible. Para ello, procurará sacar al enemigo al descubierto y empujarlo hacia el sector de tiro del elemento de bloqueo.

Precauciones


Este tipo de combate es duro y exigente, y el asaltante deberá tener siempre presentes varios aspectos particulares. En primer lugar, el enemigo no tiene por qué estar siempre dentro de los edificios. Los jardines y solares pueden proporcionarle una cobertura, si no mejor, al menos no tan  evidente. Si el enemigo sabe lo que se lleva entre manos, distribuirá sus fuerzas en el exterior y el interior de las casas.

En segundo, el combatiente ha de ser consciente de la importancia de las granadas en el combate urbano, como también de que el número de éstas que puede llevar cada hombre es limitado.

Los manuales del US Army aconsejan el empleo liberal de granadas antes de entrar en cada habitación. La realidad es que las granadas son pesadas y ocupan mucho espacio en los correajes del soldado. No se pueden llevar muchas, y a veces el reabastecimiento de las mismas puede ser dificultoso.

Si lanzan una granada a cada habitación, los asaltantes se quedarán pronto sin reservas, quizá en el momento en que más las necesiten. Por tanto, en otros ejércitos se aconseja un dispendio más moderado de municiones. Es una simple cuestión de disciplina en combate.

En tercer lugar, hay que disparar a través de todas las puertas, techos y tabiques de madera antes de entrar en las habitaciones. Pero esto no es suficiente. Recuerda que en las habitaciones se debe entrar lo antes posible, y antes lanzar una granada siempre que se disponga de las suficientes. Si no es así, puedes pedirlas a otro cuya misión o posición no sea tan peligrosa como la tuya.

Cuidado con las trampas explosivas. Si algo se interpone en tu camino, no lo muevas. Las trampas explosivas son relativamente fáciles de construir y constituyen armas ideales para el defensor a la desesperada. Pueden ser detonadas al cerrarse un circuito eléctrico, al aplicar presión sobre un artificio, o bien cuando se libera la presión sobre el mismo.



LIMPIAR UNA CALLE


Esta es la forma en que una compañia (Cia) de infantería avanza con dos secciones, manteniendo la tercera en reserva para ocupar el terreno ganado al enemigo. la compañía acaba de establecer una base firme a ambos lados de la calle. frente a la zona ocupada por el enemigo. La 2.ª  Sección (So) ataca en principio con un pelotón (Pn.). mientras el resto de la compañia proporciona fuego de apoyo y suprime todas las posiciones enemigas que pudiesen respaldar al edificio-objetivo.



El Pn. de asalto de la 2.ª Sc. solo se ocupará de dos o tres habitaciones, dejando el resto de la casa al 2.º Pn. Tan pronto corno la casa queda asegurada el fuego de apoyo bate el próximo objetivo de la Sc.



Con el fuego de apoyo del resto de la Cia. una Sc cruza la calle por las alcantarillas para entrar en la casa siguiente. La limpieza del edificio habitación por habitación es dirigida por los cabos de las escuadras según las órdenes recibidas


Ahora que se han asentado en los dos lados de la calle. los grupos de fuego tomarán posiciones en los pisos altos desde los que puedan cubrir toda la calle. De nuevo, sólo una unidad de la compañía se moverá cada vez, ubicando escaleras de aluminio para llegar al tejado del próximo edificio y empezar a desalojarlo de arriba a abajo. Si el Pn. padece muchas bajas, el de reserva se unirá a él. Si la sección está en dificultades. aguantará en su sito hasta que la releve la de reserva. El proceso continúa casa por casa. calle abajo.

ATAQUE A UN REDUCTO


La toma de una calle se asigna generalmente a una compañía (tres secciones). Una vez que el capitán de la compañía ha identificado el objetivo, establecerá su puesto de mando en una casa desde la que pueda mantenerse en contacto con las dos secciones en vanguardia.

Carros de combate: Los carros pueden ser muy eficaces en la lucha callejera. a pesar de que su movilidad queda limitada Una docena de disparos perforantes seguidos de otros tantos rompedores tienen un efecto innegable en el enemigo Los carros se usarán en solitario o en pequeños grupos, pero siempre con la adecuada protección de infantería.

Día o noche: Contrariamente a la creencia general. de noche la infantería puede tomar un objetivo urbano limitado y asegurado totalmente. La mejor forma de entrar en un área defendida es hacerlo en cuanto la artillería deja de disparar. nada más despuntar el día.

Lanzagranadas: Si bien no puede destruir un reducto enemigo ni abrir boquetes por los que pueda pasar un hombre, si que tienen un efecto de shock en el enemigo, al que pueden herir o matar. 

Barricadas: Las únicas carreteras en las que no habrá barricadas serán aquellas que lleven a zonas de estrangulamiento. Las barricadas han de estar minadas y cubiertas con fuego automático desde arriba, delante y atrás.

Munición: En el combate callejero se consume más munición que en ningún otro tipo de operación. A veces no basta con que cada hombre lleve sus cargadores de 30 o 20 cartuchos. y debe designarse algún proveedor que transporte cargadores y munición suelta para sus compañeros; cada sección y compañía debe poseer sus propias reservas.

Una base firme: El ataque debe empezar desde una base firme, que sea defendible y segura frente a contraataques. El objetivo debe limitarse a un edificio clave que domine a los demás.

Localizar al enemigo: No siempre es fácil. El combate callejero es un letal juego del escondite. un solo fallo y puedes encontrarte aislado y sometido al fuego de los dos bandos.

Lanzallamas: Los rusos y los norteamericanos son conscientes desde hace años de la validez del lanzallamas en este tipo de combate. y han desarrollado una gama de armas que van desde contenedores de napalm propulsados por cohete a equipos más convencionales y que van montados en carros de combate.

Bombardeo: El bombardeo aéreo dificulta la vida al infante, que deberá combatir entre montañas de escombros, Pero si el objetivo puede ser bombardeado con precisión antes del ataque de la infantería, el trabajo de ésta será más sencillo,

Artillería: Un bombardeo artillero muy prolongado puede desalojar  al defensor de los pisos altos y obligarle a concentrarse en las plantas bajas. Además, un bombardeo intenso puede destruir algunos reductos.

VAP: Vehículos como el Warrior, con un cañón de 30 mm, son una adición importante a la infantería. Una ráfaga de seis disparos de munición perforante con efecto secundario ciertamente puede suprimir al enemigo.


INFILTRACIÓN


Si no se puede ocupar físicamente todo el terreno tomado al enemigo, existe la posibilidad de que éste se infiltre de nuevo por la noche y aparezca en zonas que se consideraban seguras, quizá en la inmediata retaguardia.


La forma correcta de solucionar un problema: una ráfaga a través de la ventana para tener al enemigo con la cabeza gacha, se lanza una granada y, cuando ésta detona, se entra para desalojar al contrario a tiros y a la bayoneta.



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