jueves, 28 de abril de 2016

Tácticas de Infantería nº19

LAS MINAS CLAYMORE

El Spc. Konrad Przystupa, asignado a la Compañía B, 2.º Batallón, 3.er Regimiento de Infantería, enseña a soldados surcoreanos de la 2.ª División de Infantería el uso de la mina M18A1 Claymore en el campo de entrenamiento California, Corea del Sur, el 2 de Marzo de 2016. (Elliott Page / U.S. Army)

Las minas Claymore pueden utilizarse para tender emboscadas, defender posiciones y retrasar al enemigo mientras uno se retira. Pero es en el primer caso donde estos ingenios son más eficaces y tienen mayor impacto, sobre todo en zonas boscosas y cerradas. Las Claymore pueden cubrir una zona determinada con una potencia de fuego instantánea, reduciendo el número de hombres necesario para la operación. También pueden emplearse para reforzar el fuego de armas portátiles durante una emboscada al uso, y también como arma principal en las que llamaremos "emboscadas mecánicas".

Potencia de fuego eficaz 


Marines asignados a la Compañía G, de la 31.ª Unidad Expedicionaria de Marines detonan una claymore en el campo de entrenamiento Hansen, Okinawa, el 3 de abril de 2008. (Robert Frenke / USMC)

La principal ventaja del uso de las Claymore en la emboscada es que brindan una potencia de fuego totalmente desproporcionada en relación al tamaño de la patrulla y que, a diferencia del fuego de armas portátiles, de noche no tienen tendencia a disparar alto. Asimismo, hacen que la emboscada sea más difícil de detectar. Después de varios días en la selva, incluso los soldados más disciplinados acumulan olor personal, hacen ruido y están menos alerta. La Claymore no hace nada de esto. 

Por supuesto, este sistema tiene también sus desventajas. La colocación de las minas requiere su tiempo y, sobre todo si no se está acostumbrado a ellas, también cuesta desmontarlas. En caso de retirada, habrá que abandonarlas en el terreno. Una vez colocadas, sólo pueden dispararse en un arco determinado. Además, la Claymore es un arma de un solo disparo. 

Muchas de estas desventajas puedan superarse con una planificada y cuidadosa colocación de las minas. La posición normal de emboscada en terreno cerrado tiene, como su zona de aniquilación, una referencia lineal, como un camino, un río o el lindero de la vegetación. En cualquier caso, traza siempre un diagrama del lugar sobre el que decidir la mejor disposición de las Claymore. Recuerda que el radio eficaz del arma quedará reducido por la vegetación y también que debes darte cierta protección, quizá con una mochila u otro equipo, aunque la mejor sigue siendo el chaleco antibalas. También debes tener en cuenta el rebufo posterior de la Claymore, que es de unos 16 metros pero cuyo efecto puede reducirse si los emboscados toman abrigo detrás de un gran tronco. 

Las Claymore pueden usarse en grupos o hileras, donde son detonadas desde un punto central. La primera mina es activada por el detonador habitual. Las demás lo son al estar unidas a la primera por un cable conductor provisto de detonadores no eléctricos a cada extremo; el cable es introducido en el pozo detonador de cada mina. Se trata de un método muy eficaz y fiable, pero lleva su tiempo: el cable detonador debe estar bien camuflado, y habrá de ser inspeccionado regularmente para asegurarse de que no se vea afectado por la humedad o el desgaste.

Las Claymore pueden emplazarse en una línea recta que corra paralela a la zona de aniquilación, o bien puede conseguirse un efecto de fuego cruzado inclinando las minas 45 grados respecto de la zona a derecha e izquierda. Otra variación, consiste en colocar las minas paralelas al área de aniquilación de manera que sus radios de acción se superpongan. Esta disposición es idónea para cubrir curvas largas y abiertas. 

Las Claymore son también eficaces cuando se usan para la defensa de bases a nivel de sección, compañía o batallón en la selva. Las minas deben colocarse orientadas hacia el exterior del perímetro o en áreas de terreno desenfilado que sean difíciles de cubrir con el fuego de armas portátiles. Siempre que sea posible, las Claymore deben estar reforzadas por fuego automático preciso: si el enemigo ha sido sorprendido por la detonación de una de estas minas, tu defensa será mucho más eficaz si, acto seguido, es empeñado con fuego de fusilería y ametralladoras, pues no tendrá tiempo de recuperarse. 

Alerta temprana 


El Sargento Bryan Micheod, el Cabo Mayor Kyle Emery y el Soldado de Primera Jared Specht, asignados a la Compañía C, 2.º Batallón, 502.º Regimiento de Infantería, 101.ª División Aerotransportada, detonan una Claymore en la FOB Ramrod, Afganistán, el 19 de Abril de 2011. (Jacob Warren / U.S. Army)

Para saber cuándo hay que detonar las Claymore pueden instalarse junto a ellas unos cuantos sensores. Durante la guerra de Vietnam, los guerrilleros del Vietcong acostumbraban a reptar sigilosamente hasta las defensas exteriores de las bases norteamericanas y a volver las minas contra sus propietarios. El empleo de los mencionados sensores y de centinelas dotados de equipos modernos de vigilancia nocturna servirá para impedir este tipo de tretas. Una de las cosas más importantes acerca de las Claymore es que éstas no pueden dejarse colocadas mucho tiempo sin vigilancia. Habrá que inspeccionarlas cada día, así como dotarlas de un circuito doble de disparo para tener la certeza de que funcionarán cuando sea necesario. 

Las Claymore pueden usarse también para proteger bases de patrulla temporales o semipermanentes. Si tal base es poco más que un lugar de vivaqueo para pasar la noche, sólo se desplegarán unas cuantas minas, colocadas a lo largo del perímetro y en las rutas de aproximación más probables. Lo mejor es que puedan activarse desde el puesto de guardia del pelotón. Si la partida de exploración es atacada por una fuerza superior, las minas le darán cierto margen de tiempo para emprender la retirada. Un mínimo de seis Claymore proporcionarán una rudimentaria cobertura en todas direcciones, pero, por supuesto, habrá que conseguir una protección más completa para la base de patrulla cuando ésta vaya a ser utilizada como punto de partida de salidas de exploración y sea ocupada de forma más permanente. 

Como he dicho más arriba, las Claymore pueden emplearse en la retirada. La mina se preparará con un detonador no eléctrico dotado de un trozo corto de cebo de seguridad, y se colocará orientada hacia el enemigo. Cuando nos retiremos, prenderemos el cebo. Incluso el enemigo más decidido lanzado a nuestra persecución se detendrá por la subsiguiente explosión


9 NORMAS PARA EL EMPLEO DE LAS CLAYMORE 

1. Conservaremos siempre la funda de la mina, pues puede servirnos para camuflarla una vez la hayamos colocado en el terreno.

2. Camuflaremos cuidadosamente el cordón detonador y enterraremos todos los cables eléctricos.

3. Procuraremos no pasar el cable de disparo en torno a las patas de anclaje de la mina, pues algún descuidado podría pasar por allí, tirar de él sin querer y mover la mina. Ésta debe fijarse a una estaca clavada en el suelo.

4. No debe excavarse ni amontonar follaje cerca de la mina.

5. Usaremos doble circuito de iniciación, por ejemplo, un fulminante en cada uno de los pozos detonadores y dos circuitos separados.

6. Las Claymore no deben colocarse delante de árboles, pues éstos tienen la fea costumbre de venirse abajo cuando detona la mina.

7. Procuraremos que los grupos de emboscada situados en sus puestos puedan disparar también las Claymore en el caso de que sean atacados por el enemigo.

8. No debemos utilizar los equipos de radio cerca de las minas Claymore cebadas, pues podrían hacerlas detonar (el "peligro de la frecuencia aleatoria").

9. Nos aseguraremos de que todos nuestros hombres situados por detrás o a los lados de las minas estén al menos a 16 metros de éstas y a cubierto. Desde la posición de emboscada deben poderse ver todas las minas colocadas.


LA MINA ANTIPERSONAL M18A1 CLAYMORE 


La Claymore es una mina fija de fragmentación direccional pensada sobre todo para el uso antipersonal, aunque también es eficaz contra vehículos desprotegidos. La metralla y las esferas de acero pueden perforar la chapa y herir o matar a los ocupantes. y también reventar neumáticos y atravesar tanques de combustible y radiadores. Al detonar se proyecta un abanico de esferas de acero en un arco horizontal de 60 grados, cubriendo una área letal de 50 metros a una anchura de dos metros. 

Verificación del Circuito

La verificación del circuito eléctrico de disparo de la mina es recomendable pero no esencial. Antes de efectuarla hay que asegurarse de que el fiador está en la posición de seguro.

Procedimiento de prueba 


1- Primero se verifica el dispositivo de disparo, conectándolo al equipo de control y accionándolo.

2- Después se prueba todo el circuito conectándolo al cable de disparo, a su vez dotado del fulminante.

3- Una luz en la ventana del equipo de control indica que el circuito está en condiciones.

Fragmentación



Corrección de la puntería y áreas de peligro



Cómo montar la mina

El circuito de la ilustración es para el control de la mina. Hay que quitar el dispositivo de control del cable de disparo y remplazarlo por el circuito real, y colocar el fulminante en la mina. 



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