VADEO DE ASALTO
El cruce de un obstáculo importante, como
un río, suele planearse a nivel de batallón, pero también las unidades menores,
secciones y pelotones, deben estar familiarizadas con los diversos métodos de
vadeo. Un obstáculo fluvial no siempre detendrá el avance de la infantería a
pie, pero sí la ralentizará y expondrá al fuego enemigo.
Cualquier infante a pie que vaya a cruzar
un río a nivel de sección ha de saber que forma parte de un plan mayor y debe
comprender las características generales de éste. El jefe de la unidad dividirá
seguramente sus fuerzas en un grupo de orilla, un grupo de asalto y un grupo de
ingenieros.
El grupo de orilla consiste a veces en
secciones medias de exploración equipadas con vehículos acorazados (quizá como
los Bradley o los mismos BMR), cuyos equipos de transmisiones permiten
utilizarlos como medios de mando y control, muy necesarios en la ejecución de
una operación tan compleja.
La misión del grupo de orilla es asegurar
la ribera y ayudar a las unidades de asalto a montar la operación, y entre sus
responsabilidades están la selección y señalización de las áreas de reunión y
las rutas de aproximación, el establecimiento de los puntos de vadeo, el suministro
de guías y puestos de control de tráfico, y la evacuación de los heridos.
Grupo de asalto
El grupo de asalto consistirá por lo
general en: elementos de infantería, dotados con el mayor número posible de
medios contracarro para poder repeler un ataque acorazado; observadores
avanzados de artillería (OAA); y controladores del fuego de mortero (CFM).
Estos efectivos han de ser reforzados por medios acorazados tan pronto como se
asegure el punto de vadeo.
La cabeza de puente ha de establecerse lo
antes posible y expandirse para que pueda recibir una fuerza lo suficientemente
poderosa para romper a través de las líneas enemigas. Cualquier retraso innecesario
dará al enemigo tiempo suficiente para recuperarse de la sorpresa inicial y contraatacar
Cuanto mayor sea la sorpresa que se alcance,
mayores serán también las probabilidades de éxito. Debe intentarse engañar al
enemigo acerca de las intenciones exactas de uno con el fin de que concentre
sus reservas en el lugar equivocado o reaccione tarde y confundido.
Una vez se ha puesto pie en la orilla contraria,
el grupo de ingenieros empezará a tender un puente o a montar el transbordo de
efectivos.
¿De qué manera se integra el infante en
este cuadro? Pues normalmente cruza el río a bordo de un bote de exploración o
de asalto. Pero puede que —sobre todo en la selva o en operaciones de seguridad
interna— no se disponga de botes y se deba cruzar el río a cualquier precio.
Los nadadores menos avezados intentarán vadear por la zona más ancha (y, por
tanto, menos honda y de aguas menos rápidas) del curso. Una orilla escarpada
puede indicar aguas profundas, que dificultarán la salida una vez atravesado el
río. Si hay barras de arena o aguas someras en el centro del curso, hay que
aprovecharlas en lo posible para reorganizarse y descansar del esfuerzo, aparte de que permitirán hacer pie cuando se esté en peligro de ser llevado por la
corriente.
Nadar con la corriente
Si uno de los hombres se encuentra en
dificultades a media travesía, debe nadar a favor de la corriente, dejándose
llevar hacia la orilla opuesta e intentando salir del agua a la primera
oportunidad. En ningún caso debe probar a nadar aguas arriba, pues con ello
sólo conseguirá cansarse y, probablemente, precipitar un desenlace horrible:
morir ahogado. Cuando se vadea haciendo pie, debe cruzarse transversalmente
pero orientado contra la corriente. Un palo robusto de unos dos metros de largo
ayudará a mantener el equilibrio en cursos de fondo rocoso o resbaladizo. La
mejor forma de mantener la verticalidad, empero, es con la ayuda de una cuerda.
Ésta puede ser llevada hasta la otra orilla del río por uno de los nadadores
más preparados de la unidad, que cruzará llevando el equipo mínimo y con la
cuerda atada a la cintura. A continuación, el resto de los hombres podrán
cruzar con todos sus pertrechos. Si este tipo de vadeo no es factible, entonces
deben improvisarse flotadores.
Saco estanco
El vadeo de un curso de agua a nivel de batallón y superior es una cuestión muy compleja en la que deben prepararse áreas de espera, puntos de verificación, lugares de reunión, zonas de vadeo y mucho más. A nivel de sección, los hombres deben preocuparse de cruzar la corriente en bote, a nado o andando sobre el lecho.
APROVECHAR LA CORRIENTE
Cuando se cruce en vehículos anfibios o botes, debe compensarse el efecto de la corriente. Elige un punto de entrada aguas arriba del que ha de ser el de salida y apunta el bote directamente a través del curso. Con un poco de experiencia y suerte, la corriente te llevará al lugar indicado.
Para salir directamente enfrente del punto de entrada, orienta el bote aguas arriba y rema en esa dirección para compensar la corriente. Esta técnica requiere práctica para ejecutarla correctamente, pues el valor de la corriente nunca será igual o comparable a otros.
Alternativamente, puedes aprovechar las aguas más lentas en el interior de un meandro del río para combinar ambas técnicas, remando aguas araba en ese remanso y compensando la deriva, manteniendo la proa contra la corriente.
EL VADEO
No existe sustituto para la observación directa de los puntos de cruce potenciales. Los infantes deben acompañar a los zapadores en el reconocimiento del rio y sus orillas, quizá a los buceadores que inspeccionen el lecho. Se necesitarán patrullas de exploración que determinen los efectivos del enemigo. Pero ve con cuidado: si las patrullas son descubiertas, toda la operación se verá comprometida. Envía patrullas falsas a lugares que no pienses utilizar. Las fases del vadeo son:
1. Avance hasta el río.
2. Cruce de asalto.
3. Avance desde la orilla de salida.
4. Asegurar la cabeza de puente.
FLOTADORES
Latas de gasolina: La cuerda que las une debe pasar por el pecho y las axilas, dejando los brazos libres. Alternativamente, átate una sola lata debajo del pecho o impúlsate con los pies.
Cantimploras: Úsalas de la misma forma que las latas de gasolina. No unas demasiadas o restringirás tu capacidad de movimiento.
Puedes improvisar flotadores con fundas do mochila. Ponchos o sacos de plástico. Te ayudarán a cruzar el río a menos que lleves demasiado peso: si es así. envía el equipo por delante y recupera después el flotador.
Trozos de poliestireno expandido y materiales parecidos: Ata la mochila encima para mantenerla a salvo del agua
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