viernes, 15 de julio de 2016

Tácticas de Infantería nº23

LA AMETRALLADORA MEDIA

La entrada en servicio de las ametralladoras de 5,56 mm en los diferentes ejércitos no ha supuesto la desaparición de las veteranas armas colectivas de 7,62 mm, uno de cuyos ejemplos más claros es la eficaz MG-3 o también la M240. Aunque las ametralladoras polivalentes de 7,62 mm dejarán de utilizarse dentro de los pelotones de infantería a pie, seguirán en activo en distintas funciones. Por ejemplo, algunos ejércitos han decidido convertirlas en armas ligeras para todos los medios acorazados y tantos vehículos desprotegidos (como camiones y Land Rovers) como sea posible. Con ello se consigue que estos últimos gocen de cierta protección antiaérea, en especial contra la amenaza de los helicópteros. Las ametralladoras, sobre todo cuando disparan munición trazadora, pueden disuadir al piloto de caza que está a punto de efectuar una pasada contra un objetivo terrestre. 

Las ametralladoras polivalentes se dicen "ligeras" cuando se emplean con bipode, y "medias" cuando están montadas sobre un trípode, estado este último que se suele utilizar para hacer fuego sostenido. Tanto si es en un visor montado en el trípode como por las regletas incorporadas al mismo, los objetivos pueden ser seleccionados previamente y "almacenados". Como el arma es mucho más estable sobre el trípode y los aparatos de puntería fijan el objetivo en dirección y elevación, el patrón de fuego es predecible y consistente, produciendo una "zona batida" en el terreno que hay alrededor del objetivo. 


Esquema de la zona batida (a 1000 y 500 metros)

Esta zona tiene la forma de un cigarro grueso y variará en longitud y anchura de acuerdo a la distancia que haya al objetivo y la inclinación del terreno, pero puede ser de unos 100 metros de largo por unos 50 metros de ancho. En consecuencia, una MG montada en trípode y usada para hacer fuego sostenido puede negar al enemigo una considerable porción de terreno. Una vez estén en servicio pleno las ametralladoras de 5,56 mm (AMELI, M249 y demás), sería aconsejable que cada sección de fusileros tuviese al menos una MG de 7,62 mm. Las características de, digamos, la MG-3 son tales que permiten utilizarla como arma colectiva de equipos de combate cuando lo dicten las circunstancias. Dependiendo de la misión y el terreno, el jefe del equipo de combate puede concentrar dos o más MG para fuego sostenido en una sola sección. 

Lo ideal es que se emplacen dos armas juntas para lograr mayor concentración y flexibilidad, pero también pueden colocarse en diferentes posiciones desde las que empeñar un mismo objetivo. Los sirvientes de estas MG de 7,62 mm no pertenecerán a las propias secciones, sino a elementos de plana mayor y mando; según la composición de las unidades superiores —batallón, regimiento—, pueden formarse, por ejemplo, con personal de la banda entrenado específicamente. 

La escuadra de la ametralladora media


La escuadra de una ametralladora media (AMM) suele constar de tres hombres: un cabo tirador, un primer proveedor y un segundo proveedor. Por supuesto, para servir el arma basta con dos hombres bien entrenados, pero el tercero siempre va bien para mantener el suministro de munición. Y todavía puede haber un cuarto sirviente, el conductor de ganado (si el arma se transporta a lomo) o del vehículo, que puede actuar como un proveedor más. Téngase en cuenta el peso de un arma de éstas con su trípode y accesorios (visores, munición, cañones de respeto), y se comprenderá el porqué de una escuadra tan numerosa. 

Las AMM se suelen utilizar de dos formas: contra objetivos observados y contra los desenfilados. 

En el primer caso se emplea el arma para empeñar objetivos sólo cuando pueda verse el efecto del fuego. Esto suele suponer que tal objetivo esté dentro de la distancia de encendido de las trazadoras, de unos 1100 metros. Pueden batirse objetivos que estén casi al alcance máximo del arma, que en la MG-3 es de unos 4000 metros, pero esto no es demasiado habitual, pues difícilmente verás dónde van a dar los disparos. 

La AMM puede emplearse también contra blancos ocultos por la oscuridad, el humo o la niebla. Para poder hacerlo con eficacia, habrás tenido que registrar los objetivos previamente, cuando la visibilidad era todavía buena, utilizando los elementos de puntería del trípode. Para registrar un blanco, simplemente hay que anotar la dirección y elevación del mismo. Si necesitas hacer fuego contra ese objetivo cuando no puedas verlo, sólo tienes que introducir las coordenadas anotadas anteriormente, bloquear el arma y disparar a ciegas. 

Cuando coloques el arma en posición, recuerda estas dos reglas. Primero: debes asentarla en desenfilada. Ello supone que sólo puedas batir un objetivo a un tiempo, pero también que, con un mínimo movimiento lateral del arma, seas capaz de segar toda una fila de hombres procedente de uno de tus flancos. La segunda norma es que, siempre que te sea posible, utilices dos o más armas para empeñar el mismo objetivo con mayor contundencia y eficacia 

Ataque y defensa 

En el ataque, la ametralladora media puede proporcionar fuego observado de apoyo directo sobre las posiciones enemigas situadas directamente enfrente de las tropas de asalto más avanzadas. Pero es preciso actuar de forma estricta y observar bien el avance de las fuerzas propias, aunque la mala visibilidad propia del campo de batalla —la "niebla de la guerra"— dificultará esta observación. 

Después de un asalto, cuando la unidad atacante está consolidando las posiciones recién ocupadas, es muy importante llevar rápidamente a las mismas las escuadras de ametralladoras, tanto ligeras como medias. Tan pronto como hayan ocupado sus asentamientos, se determinarán los sectores de tiro de cada una de ellas y, en el caso de las armas montadas en trípode, se asignarán los objetivos de fuego defensivo y de protección inmediata en tomo a las posiciones de la unidad. Una vez hecho esto, las posibilidades de rechazar un contraataque enemigo son muy superiores. 

Por la noche, en una posición defensiva y con buena visibilidad, puede emplearse un visor infrarrojo o un intensificador de imagen para determinar las direcciones y elevaciones de los distintos objetivos a batir en caso de ataque. De esta forma, puede hacerse fuego defensivo y de protección inmediata sin tener que anotar las coordenadas de cada objetivo con luz diurna. Sin embargo, este método rara vez es tan eficaz como cuando se establecen los sectores de tiro a plena luz del día. 

Siempre que nos sea posible, asentaremos nuestras ametralladoras medias cerca de algún puesto de observación avanzada, que puede estar equipado con un radar de vigilancia del campo de batalla o con un telémetro láser, o cerca también de un puesto de control de fuego de mortero, que suele contar con aparatos de visión nocturna. Entonces, y con la ayuda de algún visor especial o luz blanca, las AMM pueden empeñar de inmediato los objetivos que detecten aquellos aparatos. Por la noche puede dispararse a ciegas sobre objetivos previamente localizados, o bien hacerse fuego de fortuna ayudándose de equipos de visión o luz blanca. 

Apoyo mutuo 


Las ametralladoras medias pueden también cubrir los flancos, el frente y las brechas entre secciones, compañías y batallones vecinos. Al disparar por delante de unidades amigas, la MG está haciendo fuego desde un flanco, que es, con mucho, la forma más eficaz de emplear una ametralladora. La MG media puede servir también para cubrir brechas en campos de minas. Tales brechas se dejan abiertas con el fin específico de canalizar al enemigo hacia una zona en la que el fuego propio sea particularmente eficaz. Todo cuanto necesitas es introducir exactamente las coordenadas de estas zonas en los elementos de puntería de la ametralladora y esperar a que aparezca el objetivo. 

También puedes apoyar a tus patrullas que operen por delante de tus posiciones defensivas. Para impedir que dichas patrullas puedan ser perseguidas por el enemigo en su camino de regreso, el fuego de una ametralladora media será suficiente para que la partida pueda romper el contacto con sus perseguidores y regresar indemne a sus líneas. 

Posibilidades de la Ametralladora Media (AMM) 

1. Contra objetivos visibles: Puede hacerse fuego directo hasta 1200 m, para lo que se cuenta con la ayuda de las trazadoras. Si el terreno que rodea al objetivo permite observar la caída de las balas (si es arenoso. por ejemplo), se puede tirar hasta los 2000 metros. 

2. Contra objetivos invisibles:  Una zona registrada durante las horas de luz diurna pueda ser batida "a ciegas" cuerdo esté oculta por la oscuridad, el humo o la niebla. Esto se consigue. dependiendo del arma, con visores especiales en los sectores graduados del trípode. 

3. Por encinta de las tropas propias: La trayectoria tensa y plana. así como la profundidad de la zona batida de las ametralladoras, no es demasiado adecuada para tirar por encima de las fuerzas propias. De hecho, en condiciones idóneas sólo puede dispararse a objetivos situados a unos 500 m por delante de las tropas en avance y a un máximo de 1 200 metros si se desea observar las trazadoras. 

Asentamiento en una trinchera


Ésta es la manera más conveniente de emplazar una ametralladora media dentro de un sistema de trincheras defensivas. El arma estará desenfilada y, a ser posible, situada de modo que pueda apoyar el fuego de otras y las posiciones de elementos de infantería


- Créditos de las fotos (por orden de aparición): Juan Esqueda / USMC, Aaron Fiala / USMC, Cory Titus / U.S. Army)


En este vídeo podemos apreciar algunas de las diferencias entre la ametralladora ligera (M249) y la ametralladora media (M240)

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