lunes, 21 de julio de 2014

Tácticas de Fuerzas Especiales nº2

INCURSIÓN Y EMBOSCADA

Las unidades de las Fuerzas Especiales operan en el corazón mismo del territorio ocupado por el enemigo, llevando a cabo misiones activas y pasivas. Una típica operación pasiva exige moverse hacia el enemigo con la mayor discreción posible, montar un puesto de observación escondido y seguro y luego pasar información al cuartel general sobre el dispositivo y efectivos del contrario y sus movimientos.
Puede que pasen meses antes de que se extraiga de allí a los observadores o de que incluso se les reaprovisione para que sigan adelante con la misión, por lo que su entrenamiento debe hacerles autosuficientes, permitiéndoles operar en el entorno más hostil, donde un falso movimiento, durante el día o la noche, podría dar al traste con toda la operación.

Las misiones de tipo activo, como son las incursiones y las emboscadas, precisan una clase distinta de valor. Osadía en lugar de paciencia, decisión en lugar de precaución. Esta segunda entrega de las técnicas operacionales de las Fuerzas Especiales se ocupa de la manera en que se planean y ejecutan las misiones clandestinas activas y toma como fuente el FM 31-20, el manual de campaña del Ejército norteamericano para sus elementos de operaciones especiales.

Una incursión de las Fuerzas Especiales es un ataque sorpresa sobre una fuerza o una instalación del enemigo. Se divide en cuatro partes:

1-Inserción clandestina
2-Combate breve y violento
3-Rápida ruptura del contacto
4-Retirada veloz y para que confunda al enemigo

Se pueden montar incursiones para destruir equipos e instalaciones; para capturar equipos y personal enemigo; o simplemente para matar y herir a tantos enemigos como sea posible.

Organizar la incursión 


El propósito de la misión, la clase de objetivo y la situación del enemigo tendrán un valor específico en relación a la envergadura de la incursión en sí. Pero cualesquiera que sean sus características, siempre tendrá dos elementos básicos: un grupo de asalto y otro de seguridad.

El grupo de asalto realiza la operación en sí. Son los soldados que hacen las incursiones y destruyen las instalaciones, rescatan a los prisioneros, roban los planos y ..- los libros de claves o cualquier otro objetivo. Además de combatientes veteranos, el grupo tendrá tal vez expertos en demoliciones, técnicos en electrónica o especialistas que se puedan necesitar: un piloto, por ejemplo, si el objetivo de la operación es robar un avión enemigo en concreto.

El grupo de seguridad está allí para proteger al elemento operativo, para asegurar la zona y evitar que los refuerzos enemigos se entrometan en la acción, para detener cualquier posible fugitivo y para cubrir la retirada de todo el grupo.

Las unidades de operaciones especiales tienen una bien ganada reputación por su agresividad. Ninguno de sus hombres permanecerá pasivamente a la espera de órdenes, sino que siempre están a la busca de objetivos en potencia. Antes de que empiece la planificación operacional, se valora cada objetivo por su importancia, su accesibilidad y su capacidad de recuperación, teniendo en cuenta la distancia, el terreno y los efectivos que precisa el equipo de incursión.

Repercusiones locales

Otro factor es el posible efecto de la incursión en los nativos aliados y en los simpatizantes de la causa. Hay infinitos casos de decenas de nativos ejecutados por cada soldado de ocupación muerto. La previsión de esta posibilidad siempre forma parte de la organización interna de la incursión. Asimismo, los expertos en operaciones psicológicas estarán preparados para aprovechar al máximo cualquier éxito.

Buscar la sencillez

Aunque debe precisarse hasta el último detalle, el plan debe ser esencialmente sencillo. Si el éxito depende de un extenso número de factores coincidentes, si cualquiera de ellos sale mal puede echar a perder toda la operación.

El momento —del día o del año— es un factor crucial en el plan. Cuando la operación es sencilla y se conoce bien el trazado físico del objetivo probablemente lo mejor será realizar la operación por la noche. Cuando la información sea menos completa, debe optarse por el amanecer o el ocaso.

Retirada


El ocaso es el mejor momento para una retirada: proporciona todas las ventajas de los últimos minutos de luz para salir de la zona inmediata de operaciones y los de oscuridad para ralentizar el avance del enemigo en caso de un intento de persecución. Pero, sean cuales fueren las circunstancias, se debe elegir el momento con mucho cuidado para sacar el máximo partido posible de las mismas y para que éstas, a su vez, perjudiquen la reacción enemiga.

En ningún caso se debe exagerar acerca del valor de una información precisa. Las principales fuentes de procedencia suelen ser tres:

1-Agentes locales
2-Reconocimiento
3-Satélites y sobrevuelos desde alta cota

La información local es de máxima importancia. Siempre que sea posible, se reclutarán nativos simpatizantes para que actúen como guías.

En el desplazamiento hacia el objetivo, hay que tomar las precauciones necesarias para no alertar a las tropas hostiles. Debe procurarse evitar el contacto, pero si ello no es posible, por lo menos debes asegurarte de que el enemigo padezca el cien por ciento de bajas.

Probar las armas

Cuando las condiciones lo permitan, hay que probar las armas y los equipos antes de la fase de asalto, sustituyendo todos aquellos componentes del equipo que puedan ser defectuosos, pues de ellos depende la seguridad de los incursores. Las pertenencias personales deberán ser "esterilizadas", incluso arrancando las etiquetas de la ropa si es necesario.

Los objetivos bien defendidos exigen a veces grandes grupos de incursión, quizás a nivel de batallón o aún mayor. El factor sorpresa es tan importante como en una pequeña incursión, pero cuando se mueven contingentes de tropas importantes será mucho más difícil de conseguir. Un gran grupo de incursión se dividirá en subelementos que se desplazarán hacia el objetivo por muchas rutas distintas. De ese modo, incluso si son detectados algunos componentes, el enemigo seguirá ignorando el verdadero objetivo.

El control y la coordinación de un gran grupo de incursión es más difícil, sobre todo al considerar el cronometraje. Sólo un alto grado de adiestramiento y una excelente calidad de los equipos pueden facilitar la operación.

La retirada tras una gran incursión puede realizarse con el grupo dividido en elementos menores. Esto privará al enemigo de un gran objetivo para un ataque por tierra o aire, pero un enemigo alertado
y agresivo puede ser capaz de eliminar todos los efectivos de los incursores de una vez. En algunas circunstancias es más seguro que todo el grupo permanezca unido y opere formando una columna de combate, pero todo dependerá de la situación de las fuerzas enemigas, del terreno y de las distancias a cubrir.

Emboscada

Una emboscada es una incursión contra un objetivo en movimiento. La única diferencia real estriba en que el horario de la operación será mucho menos completo y seguro. Ni las mejores fuentes de información pueden realmente predecir los retrasos operacionales del enemigo, por lo que el grupo de incursión estará a menudo en la posición algún tiempo antes de que aparezca el objetivo, aumentándose así las posibilidades de detección.

Las emboscadas se efectúan para destruir o capturar personal y suministros enemigos o bloquear sus movimientos. Una hostigación sistemática y bien planificada puede canalizar las comunicaciones y acciones del enemigo, obligándole a concentrar sus movimientos en las carreteras y líneas ferroviarias principales, donde será más vulnerable a los ataques, sobre todo por aire. Las mismas líneas de ferrocarril son blancos relativamente abiertos y fáciles. Simplemente con levantar algunos raíles se interrumpe el tráfico, aunque sea por poco tiempo. La fuerza atacante intentará hacer descarrilar tantos vagones como sea posible y dejarlos bloqueando la vía. Ello aumentará los daños en materiales y pasajeros, y retrasará los trabajos de reparación y la reapertura de la vía.

Destruir el tendido

Si el grupo de incursión es lo bastante grande, podrá incluso asaltar el tren con armas automáticas y granadas. Parte del elemento de seguridad del grupo levantará tramos de vía en ambas direcciones a cierta distancia del escenario de la emboscada. Se emplearán cargas explosivas para destruir la propia base de la vía. Ello impedirá la llegada de refuerzos. El tráfico en canales fluviales —barcazas y pequeñas lanchas— se puede interrumpir del mismo modo que el ferrocarril, y también contra las columnas de vehículos por carretera.

5 NORMAS PARA UNA EMBOSCADA

1- Prepara la emboscada en un lugar de donde se pueda salir y entrar sin ser observado.

2- Planea una emboscada nocturna si crees que se podrá zanjar con un tiroteo corto.

3- Por el contrario, organiza una emboscada diurna si se necesitará perseguir al enemigo.

4- Elije un enclave donde el terreno obligue al enemigo a agruparse.

5- Considera que podría ser necesaria una segunda emboscada si los refuerzos enemigos consiguen llegar rápidamente al lugar.

LANZAR UNA INCURSIÓN


1- Cualquiera que sea la misión y los efectivos del grupo incursor, los principios de una incursión al estilo guerrillero son los mismos. El equipo de asalto debe estar protegido por elementos de seguridad que impedirán que el enemigo interfiera en la operación.


2- Mientras los especialistas en explosivos colocan las cargas debajo de la vía, un grupo de compañeros se encarga de proporcionar cobertura. Este equipo eliminará a los centinelas en el objetivo. retirará o demolerá obstáculos y protegerá la ejecución de la misión.


3- Tras destruir el objetivo, los grupos de seguridad suministran cobertura por los flancos al equipo de asalto en retirada. Si el enemigo persigue a los incursores, un grupo de seguridad deberá intentar mantenerlo lejos de la fuerza de asalto principal.

INCURSIÓN NOCTURNA


He aquí una típica incursión nocturna: volar las líneas ferroviarias enemigas. Las incursiones, sobre todo si se efectúan de noche, exigen una meticulosa planificación y un exhaustivo ensayo. Cada miembro del equipo deberá saber exactamente qué debe hacer, dónde y cuándo, y el Grupo "O" (de Órdenes o de instrucciones) deberá cubrir todas la eventualidades. Hay que ensayarlo todo preferentemente en un terreno similar y en una zona segura. Cuando se planea el ataque, es necesario usar toda la información disponible, mapas, fotografías aéreas, etc.

Detonación remota

El lugar desde el que detones la carga debe estar bien oculto, dominar el objetivo y alejado para sustraerse a los efectos de explosión.

Grupo de reunión final (RF)

Localiza un punto fácilmente reconocible y defendible a POCOS metros de distancia de la ruta de ida pausado corno RF. Te retirarás a él para reagruparte antes de partir tras la incursión. Deja en él un grupo de RF, que también Proporcionará protección en la retaguardia. En el RF puedes dejar las mochilas con el equipo pesado que no necesites para la incursión.

Grupo de cobertura

Los grupos de cobertura vigilarán los flancos, la vanguardia y la retaguardia.

Peligro de frecuencia dispersa

Si decides detonar eléctricamente las cargas, ten cuidado con el peligro de Radio Interferencias: tus cargas pueden ser detonadas antes de tiempo por una transmisión de radio cerca de tu circuito de demolición. Podrás evitar el problema empleando espoletas de seguridad, pero éstas no son siempre tácticamente apropiadas, por lo que debes minimizar el riesgo manteniendo la radio bien lejos del circuito de demolición.

Grupo de fuego

Asegúrate de que el grupo de fuego está dentro del alcance de todas sus armas. Puede ser necesario despejar los sectores de tiro, pero no quites demasiada vegetación o se notará. Las comunicaciones entre grupos deben ser fiables y, si es posible. por duplicado, por ejemplo, por radio y por teléfono de campaña y quizás un cable de comunicaciones.

Radio

No uses la radio hasta que el ataque esté en marcha.

Camuflaje

Cuando se coloquen los cables de las cargas, toma un camino indirecto que siga rasgos naturales o líneas de vallas; un camino de hierba alterada saliendo de la vía ferroviaria hasta tu posición a través de un campo abierto será fácilmente divisable desde el aire, y la clorofila de la hierba arrancada deja una firma infrarroja peculiar. Si hay alguna cerca de alambre hasta el objetivo, puedes conectarla a ella.

Retirada en caliente

Si eres atacado, puede que necesites retirarte hasta el RF bajo el fuego. Deberías marchar rápidamente, empleando la táctica de fuego y movimiento alternos. Impide que el enemigo te siga, usando granadas de fósforo blanco, Claymore de retardo corto y otras minas, y trampas. Asegúrate de que todos conocen la ruta segura.

¡Misión cumplida! Un pequeño equipo de comandos equipados con explosivos pueden atacar a menudo objetivos estratégicos enemigos con más eficacia que una costosa incursión aérea.

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